La protección es un tema importante para cualquier propietario. Las pertenencias son posesiones con valor económico y sentimental, lo normal es querer que se mantengan en buen estado. Especialmente si tienen como destino una mudanza o el almacenaje.
Para protección y almacenamiento se utilizan envase, empaque y embalaje en menor o mayor medida según la tarea. Comenzaremos conociendo cada uno de estos materiales esenciales para el manejo de bienes preciados.
Un envase es un contenedor cualquiera que sirve para conservar y transportar. Éste se encuentra en contacto directo con el contenido en cuestión. Entre sus características adicionales están el ser resistente y adaptarse a las necesidades del consumidor. La función principal es permitir la manipulación y evitar que la materia ande suelta. Algunos ejemplos de envase en la vida cotidiana son:
- Recipiente reutilizable para la comida
- Botellas, de vidrio o plástico
- Frasco de píldoras
- Bolsa de papas
- Costal de harina
- Latas de refresco o comida
El empaque en un segundo envoltorio, una capa que protege al envase. Por lo tanto, éste no se encuentra en contacto directo con el producto contenido. Un empaque tiene como objetivo facilitar la transportación, evitando que haya daños. También tiene la habilidad de vender el producto actuando como presentación, si su fin es el comercio.
Digamos que un viñedo está enviando un paquete de su reserva. Las botellas son el envase del vino, y cada botella tiene un empaque individual de cartón, u otro material. El empaque protege a cada una, haciendo práctica su manipulación. Cuando esa parte está lista interviene el tercer concepto, el embalaje.
El embalaje se encarga de envolver, conservar, mantener y proteger cualquier material envasado o empaquetado. Su uso es imprescindible en el manejo para envíos o traslados puesto que asegura que el contenido llegara a destino en una pieza.
La conexión de envase, empaque y embalaje
Estos tres conceptos están interconectados entre sí, pues al utilizar los tres los resultados son mejores. Y semánticamente están ligados en el vocabulario de las personas.
Es común referirnos al envase o embalaje de un producto como si fuera el “empaque”, pero cada uno tiene sus características. Y con la unión de sus fortalezas la protección es mayor.
